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viernes, 7 de octubre de 2016

Consejos sabios para los casados



“Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor [...]. Esposos, continúen amando a sus esposas.” (EFESIOS 5:22, 25.)
1. ¿Cuál es la forma correcta de ver el matrimonio?
JESÚS indicó que el matrimonio es la institución divina que une al hombre y a la mujer convirtiéndolos en “una sola carne” (Mateo 19:5, 6). Supone, por tanto, que dos individuos de diferentes personalidades aprendan a cultivar intereses comunes y persigan los mismos objetivos. Se trata de un compromiso para toda la vida, no un acuerdo temporal que pueda romperse a la ligera. Aunque en muchos países no es difícil obtener el divorcio, a los ojos del cristiano el vínculo conyugal es sagrado, y solo puede ponérsele fin por una razón muy seria (Mateo 19:9).
2. a) ¿Con qué ayuda cuentan los matrimonios? b) ¿Por qué es importante esforzarse por tener un buen matrimonio?
Cierta consejera matrimonial dijo: “El buen matrimonio experimenta cambios continuos, pues refleja las nuevas situaciones, se encara a los problemas que surgen y se vale de los recursos a su alcance en cada etapa de la vida”. Entre los recursos de que disponen los cónyuges cristianos figuran los sabios consejos de la Biblia, el apoyo de los hermanos espirituales y una estrecha relación con Jehová basada en la oración. El buen matrimonio perdura, y a lo largo de los años, reporta felicidad y satisfacción. Y lo que es más importante, honra a su Fundador, Jehová Dios (Génesis 2:18, 21-24; 1 Corintios 10:31;Efesios 3:15; 1 Tesalonicenses 5:17).

Imitemos a Jesús y a su congregación
3. a) ¿Cómo resumiríamos el consejo de Pablo a los matrimonios? b) ¿Qué buen ejemplo nos dio Jesús?
Hace dos mil años, el apóstol Pablo ofreció este sabio consejo a las parejas cristianas:“Como la congregación está en sujeción al Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos en todo. Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efesios 5:24, 25). ¡Qué comparaciones tan bellas! Las mujeres cristianas que se sujetan humildemente a sus maridos imitan a la congregación al reconocer y acatar el principio de autoridad que enseña la Biblia. Por otra parte, los esposos creyentes que no dejan de querer a sus esposas, tanto en las épocas favorables como en las adversas, demuestran que siguen con esmero el ejemplo de Cristo, que amó y cuidó a la congregación.
4. ¿Cómo pueden seguir los esposos el ejemplo de Jesús?
El esposo cristiano es cabeza de su familia, pero no puede olvidar que Jesús es, a la vez, su cabeza (1 Corintios 11:3). Por consiguiente, en imitación de Cristo, quien cuidó a la congregación, el esposo atiende con cariño a su casa de manera espiritual y física, aun cuando ello implique sacrificio personal. Antepone el bienestar de los suyos a sus propios deseos y preferencias. Jesús dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). Esta máxima es aplicable sobre todo en el matrimonio. Pablo así lo subrayó al decir: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos [...], porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia” (Efesios 5:28, 29). El hombre ha de alimentar y cuidar a la mujer con la misma diligencia con la que se atiende a sí mismo.
5. ¿Cómo puede la esposa imitar a la congregación cristiana?
Las mujeres devotas tienen como referente a la congregación cristiana. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, sus discípulos no dudaron en poner a un lado sus intereses y seguirlo. Tras la muerte de su Maestro continuaron sujetos a él, y durante los pasados dos mil años, la auténtica congregación cristiana ha permanecido sujeta a Cristo y ha acatado su guía en todas las cosas. La esposa cristiana, de igual modo, no desdeña a su cónyuge ni resta importancia al principio de autoridad que establece la Biblia para los matrimonios. Al contrario, es sumisa a su esposo, lo apoya, coopera con él y, por ende, lo anima. Si ambas partes se comportan de forma tan amorosa, sin duda disfrutarán de un matrimonio feliz.

“Continúen morando con ellas”
6. ¿Qué aconsejó Pedro a los esposos, y por qué es importante?
El apóstol Pedro también aconsejó a los matrimonios, en especial a los esposos, al decirles: “Continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas” (1 Pedro 3:7). De las últimas palabras del versículo se desprende la seriedad de su exhortación: si el esposo no honra a su esposa, se perjudicará su relación con Jehová y se obstaculizarán sus oraciones.
7. ¿Cómo debe el esposo honrar a su esposa?

¿Cómo puede el esposo honrar a su esposa? Tratándola con amor, respeto y dignidad. Esta forma cariñosa de atenderla sería nueva para muchas personas del siglo primero. Un helenista escribe al respecto: “Bajo las leyes romanas la mujer no tenía derechos. Legalmente era siempre una niña [...,] enteramente sujeta al esposo y [...] a merced de éste”. ¡Qué gran contraste con las enseñanzas bíblicas! El cristiano daba el debido honor a su esposa. La trataba según los principios cristianos, y no a su antojo. Aún más, era considerado con ella “de acuerdo con conocimiento” y tomaba en cuenta que era un vaso más débil.

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